martes, 24 de abril de 2012

Introducción a "Una adicción enfermiza"

Este proyecto de novela nació a partir de querer contar una historia basada en hechos reales.

La base de esta historia parte de que lamentablemente en esta vida, observamos las desgracias ajenas bajo el escudo del "Eso a mi no me va a pasar".
Es curioso como inconscientemente todo el mundo creemos que estamos a salvo de todo lo malo que vemos en las notícias, en vecinos, amigos, etc...
Por ejemplo, vemos una noticia en la que sale un accidente mortal de coche a causa de la conducción bajo los efectos del alcohol, y sin embargo, si salimos y bebemos un poco, no creemos que eso nos pueda pasar a nosotros.
Parece que estamos a salvo de todo.

Esto ocurre igual para los malos tratos.
Sobra decir que la creencia de que los malos tratos solo se producen en las clases marginales es un topicazo.
Sobra decir que estos se pueden producir en cualquier tipo de família.
Pero, curiosamente, cuando una persona los sufre no es capaz de asimilar que es una persona maltratada. Los argumentos son varios: "No soy una persona maltratada......  soy muy exigente y le he hecho perder los papeles", ..... no debería haberme vestido así, tenía motivos para enfadarse tanto". ETCÉTERA.
Lo que desde fuera es algo evidente, desde dentro es un cúmulo de sentimientos de culpabilidad y justificación al maltratador que evita que este último se vea destapado.
Así que, es justamente la persona maltratada la que encubre a su maltratador, y esto unido a lo encantadores, maravillosos, serviciales, etc.. que son los maltratadores de puertas para fuera ayuda a reforzar la situación.
Nadie conoce realmente al Mr. Hide que se esconde tras las puertas.

El nombre original de esta historia iba a ser "Crónica de una adicción enfermiza" pero creo que ya el título cansaba, y no se trataba de una crónica, si no de una historia. Una historia que entrelaza hechos reales con hechos ficticios, personajes basados en personas reales y personajes ficticios, lugares reales y lugares fictios....
Cualquier persona que pueda sentirse identificada con los personajes de Valeria o de Raúl, o más bien con las escenas relatadas en las que participan ambos...deberían replantearse su vida, como la están enfocando, y sobre todo, si no necesitan ayuda urgente.

Y confío, en que todas aquellas mujeres que se sientan identificadas con el personaje de Valeria, puedan ver su propia situación desde un prisma distinto, el de observarla sobre otra persona... y de esta forma puedan salir del letargo en el que se han sumido, justificando, ocultando, aguantando, sufriendo, autoengañándose.... 

Porque es más fácil escandalizarse por lo que les ocurre a las personas, cuando esas personas no son ellas mismas.
Porque, al fin y al cabo, es más fácil decir "Eso a mi no me está pasando".
Hola a todos.
Hace muchos años, cuando me encontraba estudiando la carrera, sentí "la llamada" de la escritura.
Empecé a escribir una pequeña novela, pero desistí. No me gustaba lo que iba saliendo, le faltaba "garra".
Mi gran problema es que, como en tantas cosas, a la decepción le siguió el abandono, y aquella llama se extinguió durante un pequeño lapsus de tiempo tras el cual me decidí a probar con relatos cortos de miedo.
El resultado fué el mismo, y ahí si que ya desistí.

Hará unos 3 años, empecé una nueva novela (me gusta llamarla así, aunque sé que cualquier parecido con la realidad es solo una coincidencia :-S). Volvió a ocurrir lo mismo.
La retomé hará un año. Otra vez....
Hará unos meses, igual....
Esta vez ya me entristecí de verdad, pensé que había algo que aunque mi cuerpo me pedía explotarlo, mi mente me decía que realmente no valía para ello y que lo dejara estar ya de una vez (antes de hacer un ridículo espantoso).

Pero una buena amiga me dijo que crear algo con sentido no es simplemente sentarse y soltar lo que te venga a la cabeza, lleva un proceso, un pulido, una búsqueda de información...
Yo creo que esto le quita la espontaneidad a la creación, pero bueno, no soy una Cervantes, así que no creo que mi espontaneidad se pueda permitir el no ser pulida.

Así que, tras sus ánimos para que no desistiera, y recordarme que éste no es un camino fácil pero sí muy gratificante... me he decidido.

Os presento mi nuevo blog: La verdad oculta, todo aquello que pide ser contado.
Espero que os guste.